En los países del hemisferio norte, los festejos de fin de año se realizan concluyendo el mes de diciembre. Esta fecha coincide con el inicio de un nuevo ciclo de vida en la naturaleza. En el hemisferio Sur el inicio de un nuevo ciclo de vida ocurre, en otra fecha, a fines de junio.
El calendario de los países del norte es diferente al nuestro, cuando en Europa es verano aquí estamos en invierno, cuando aquí es otoño en Europa es primavera. Resulta totalmente absurdo tener una sola fecha para festejar el año nuevo en todo el mundo. No es un decreto, ni la voluntad de los hombres, sino la naturaleza la que fija el inicio y fin de los ciclos.
Antes de la llegada de los españoles, portugueses y otros, los pueblos que habitaban en el hemisferio Sur de nuestra América, Mapuches, Quechuas, Aymara, Guaraníes y otros, respondiendo a una misma lógica, festejaban en la misma fecha, entre el 21 y el 24 de junio el inicio de un nuevo ciclo de vida. Actualmente en la república hermana de Bolivia, el 21 de junio es feriado nacional que corresponde al año nuevo andino-amazonico. A ese día los Quechuas lo llaman “Inti Raymi”; los Aimaras, “Machaq Mara” y los Mapuches “We Tripantu”.
Cuando la noche más larga del año haya llegado a su tope final, la naturaleza dará paso a un nuevo ciclo de vida en el Sur, permitiendo renovar sueños, amores y compromisos.